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Tú enciende el sol. Tú tiñe el mar, y tú descorre el velo que oscurece el cielo, y tú ve a blanquear la espuma y la nube, la nieve y la lana, y tú conmigo a cantar la mañana. Tú a dibujar el trigo y la flor. Tú haces de viento, dales movimiento y tú les das color. Tú amasa los montes. Tú, al pozo a baldear y tú conmigo y el gallo a cantar...Que hay que empezar un día más. Tire pa'lante que empujan atrás. Y póngase el calcetín, paloma mía, y véngase a cocinar el nuevo día.
Todo esta listo, el agua, el sol y el barro, pero si falta usted no habrá milagro.


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martes, 24 de noviembre de 2009

Sobre el placer nihilista I

con un pedazo de esto

y un poco de lo otro

obtenemos un resultado que pocos esperarían

(que muchos no quieren)

conunpedazodetulengua yunpocodemivientre

obtenemos un resultado que pocos esperarían

total general: nada.


(Pero que maravilla, fulano)

domingo, 15 de noviembre de 2009

....Pero el amor, esa palabra...Moralista Horacio, temeroso de pasiones sin una razón de aguas hondas, desconcertado y arisco en la ciudad donde el amor se llama con todos los nombres de todas las calles, de todas las casas, de todos los pisos, de todas las habitaciones, de todas las camas, de todos los sueños, de todos los olvidos o los recuerdos. Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (como te gusta usar el verbo amar, con que cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con esos ojos de pájaro, para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo, y eso que me querés como yo no te quiero. Claro que te curarás, porque vivís en la salud, después de mí será cualquier otro, eso se cambia como los corpiños. Tan triste oyendo al cínico Horacio que quiere un amor pasaporte, amor pasamontañas, amor llave, amor revolver, amor que le dé los mil ojos de Argos, la ubicuidad, el silencio donde la música es posible, la raíz desde donde se podría empezar a tejer una lengua. Y es tonto, porque todo eso duerme un poco en vos, no habría que sumergirte en un vaso de agua como una flor japonesa y poco a poco empezarían a brotar los pétalos coloreados, se hincharían las formas combadas, crecería la hermosura.
....Dadora de infinito, yo no sé tomar, perdóname. Me estás alcanzando una manzana y yo he dejado los dientes en la mesa de luz. Stop, ya está bien así. También puedo ser grosero, fíjate. Pero fíjate bien porque no es gratuito. ¿Por qué stop? Por miedo a empezar las fabricaciones, son tan fáciles. Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del amor-que-sienten-por-sus-esposas. De la palabra a los actos, che, en general sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque la aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto.


Fragmento capítulo 93, Rayuela, Julio Cortázar.


miércoles, 11 de noviembre de 2009

Cuando los mensajes lleven palomas

cuando todos los fuegos, el fuego, enciendan con cenizas

cuando los conejos saquen magos de la galera

y solo si el azúcar pide que le pongan tres de café con leche


y solo si los cuerpos son sombras de las sombras


y si el peón ataca a la reina

Quien te dice...algun día alcanzamos lo imposible.