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Tú enciende el sol. Tú tiñe el mar, y tú descorre el velo que oscurece el cielo, y tú ve a blanquear la espuma y la nube, la nieve y la lana, y tú conmigo a cantar la mañana. Tú a dibujar el trigo y la flor. Tú haces de viento, dales movimiento y tú les das color. Tú amasa los montes. Tú, al pozo a baldear y tú conmigo y el gallo a cantar...Que hay que empezar un día más. Tire pa'lante que empujan atrás. Y póngase el calcetín, paloma mía, y véngase a cocinar el nuevo día.
Todo esta listo, el agua, el sol y el barro, pero si falta usted no habrá milagro.


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domingo, 24 de mayo de 2009

Luna congelada

Con esta soledad
alevosa
tranquila
con esta soledad
de sagradas goteras
de lejanos aullidos
de monstruos de silencio
de recuerdos al firme
de luna congelada
de noche para otros
de ojos bien abiertos
con esta soledad
inservible
vacía
se puede algunas veces
entender
el amor.

Mario Benedetti


Gracias por el fuego, el de todos los días, el único que, y aunque con abolladuras, va a rescatarme.
Y aunque hagamos un mar de lágrimas, y luego volvamos a reír, y aunque no nos olvidemos de nada mientras bebemos e interpretamos tangos sin llegar a acuerdos, y aunque sabemos que no sabemos nada, en alguna profundidad de estas almas conflictivas y fatalistas, intuímos que debemos ser llama ardiente, sangrante; que no basta con saber que soy y existo, sino que hago de ese ser y esa existencia la posibilidad de cambiar la vida. Todos los días. En cualquier situación. Y gracias, por todo ese fuego.

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1 comentario:

El Molto dijo...

de cambiar la vida
de cambiar la vida
de cambiar la vida...
amén.